La sociedad mundial avanza a pasos agigantados, cada día la humanidad se ve más envuelta en el desarrollo tecnológico y ha dejado a un lado el crecimiento social propiamente dicho; esto es, no ha existido congruencia entre el desarrollo tecnológico y el espiritual en la sociedad; pero, ¿dónde quedan los jóvenes en esta sociedad despreocupada por la sociedad?, ¿Qué pueden o quieren hacer los jóvenes para ayudar a la sociedad? Para responder estas preguntas es necesario plantear cuales son las ventajas y desventajas a las que se enfrentan los jóvenes en el siglo XXI.
Los jóvenes de este siglo tienen una ligera idea de cómo era la vida hace algunos años; sin embargo, parece que no tienen idea de las ventajas que tienen al vivir su juventud en estos tiempos: primero, la tecnología, que proporciona las herramientas necesarias para que las tareas diarias se realicen con mayor velocidad; segundo, la libertad de expresión, que les da la certidumbre de poder opinar sin ser censurados; tercero, el libertinaje social, que les proporciona muchas mas libertades de las que tenían sus padres o abuelos, y por ultimo, la globalización, que les permite contar con un panorama amplio del mundo y así poder realizar juicios mejor fundados.
Por otro lado, esta vida moderna acarrea muchas complicaciones para la juventud, mismas que en antaño no existían: la tecnología, medio por el cual los jóvenes se han perdido y enajenado, ha logrado una separación entre la vida real y la virtual; la exigencia laboral de los padres, que ha hecho de los jóvenes personas libres y sin control logrando que se sientan rechazados y abandonados; el libertinaje social, que no ha sido bien manejado por la juventud, pues el ímpetu de los jóvenes los lleva a experimentar cosas que no son propias de su edad, y la mercadotecnia, que ha hecho que los jóvenes busquen su identidad en estereotipos publicitarios para ser aceptados por la sociedad; sin embargo, convertirse en alguno de estos estereotipos no los convierte en personas felices.
Por esto, podemos concluir que los jóvenes, a pesar de que son fundamentales en la sociedad, últimamente, han sido descuidados por está; y solo los jóvenes que han tenido la capacidad de entender la disparidad entre el desarrollo tecnológico y el social han logrado apartarse de las trampas sociales del presente siglo, y así plantearse que es lo mejor para la sociedad y para él como individuo. La sociedad debe de tener presente, siempre, la importancia de la juventud, y apoyados en la experiencia, guiar a los jóvenes a encontrar el camino para su desarrollo personal que al final, para que así, logremos un desarrollo social optimo.
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