Aquí encontrarás la primera parte de la opinión sobre el libro Ética para Amador de Fernando Savater. En la próxima entrada, encontrarás la parte 2.

Ética para Amador es un libro que escribe un padre para su hijo, intentando explicar qué es la ética y como la vivimos día a día, cuál es la importancia de la misma y de qué manera influye dentro de nuestro razonamiento.
Primero habla de la naturalidad con la que adoptamos la ética, como si fuera parte de los seres humanos. Habla de la elección que tenemos de adquirir ciertos conocimientos, pues es imposible que lo sepamos todo, sin embargo, existe un conocimiento que aunque no es uniforme para todos, si es universal y es el conocimiento sobre las cosas que nos convienen y las que no, las cosas “buenas” y “malas”.
La programación cultural del hombre, no es lo mismo que la programación biológica de los animales y otros seres vivos. Tenemos libertad de elegir y eso es lo que nos diferencía del resto de los seres vivos, sin embargo, se hacen dos aclaraciones respecto a la libertad: no somos libres de elegir lo que nos pasa, pero sí de cómo reaccionar a lo que nos pasa; y, la libertad de intentar hacer algo no garantiza que logremos hacerlo. Mientras más sea la capacidad de actuar, se pueden obtener mejores resultados respecto a la libertad.

A pesar de dicha libertad, actualmente en la sociedad mucha gente prefiere sentirse satisfecha con la idea de que no son libres porque de esa manera no necesitan decidir, se convencen de que no tienen opción y simplemente aceptan su papel en la sociedad, permaneciendo en la llamada “zona de confort”.
Es importante destacar también, que no siempre se hace lo que uno quiere, y es que a veces es necesario elegir entre opciones que se han impuesto, realmente no quiere decir que queramos hacer una u otra, pero hay veces en que es inevitable elegir.

A la hora de tomar una decisión respecto a lo que se va a hacer, tiene siempre un motivo, aunque a veces no nos detengamos a razonarlo, hay cosas que hacemos en automático. Existen distintos tipos de motivos, entre ellos:
Órdenes: Ejercen fuerza para hacer que actúes a través del miedo a las represalias, afecto, esperar alguna recompensa, etc.
Costumbres: También ejercen poder a través de cierto tipo de órdenes o reglas establecidas, y son externas.
Caprichos: A diferencia de los dos anteriores, son internos.
Existen situaciones especiales que cuando se presentan, ni las órdenes ni las costumbres y mucho menos los caprichos son suficientes o útiles para obtener lo más conveniente para uno, a veces, es necesario “inventar”.
La ética se encarga de estudiar la libertad. La libertad no es precisamente dejarse llevar ya que es necesario pensar bien antes de hacer algo, si se trata de una orden cuestionamos el porqué de la órden, o bien el por qué obedecemos dicha órden, de la misma forma sucede con las costumbres. Y en el caso de los caprichos, casi siempre es sinónimo de dejarse llevar, aunque hay veces que es necesario analizar si se trata de un capricho conveniente o no para nosotros.

Definir que algo es bueno o malo, puede ser sencillo cuando se trata de cosas o actividades en las que existe cierto conocimiento estandarizado que permite calificar de bueno o malo, sin embargo, en los seres humanos es muy difícil categorizar debido a que existen distintas perspectivas y opiniones.
En realidad, la ética trata de explicar que la verdadera libertad radica en hacer lo que uno quiere, es cuando no hay necesidad de reglas que mantengan oprimida a la sociedad y las alienten a rebelarse. Libertad es poder carecer de esas reglas y convivir en armonía.
Aunque el concepto de libertad es un poco más complicado, en el libro se resume con la frase “Haz lo que quieras”, sin embargo, cuestiona esa frase al ser más bien una orden; entonces, caemos en la duda de saber si al elegir seguir una orden estamos siendo libres o no.

Es fácil confundir el querer algo de verdad, con un capricho que más que hacer lo que queremos, significa hacer lo que nos dé la gana. Habrá ocasiones en las que estos dos deseos entren en conflicto, pueden incluso ser contradictorios, y es ahí, donde debe entrar la razón que nos hará establecer prioridades, para que al final terminemos eligiendo lo que más nos convenga.
De acuerdo al autor, la ética no es más que el intento racional de averiguar cómo vivir mejor. Entonces habla de cómo debemos buscar vivir la buena vida, y la importancia que tiene en ello las relaciones interpersonales, porque de nada sirve tener todo lo material que se desee, si se tiene en completa soledad.
La reflexión concluye en que para darse a sí mismo la buena vida, los seres humanos, necesitamos también dar la buena vida. Ya que son precisamente las relaciones humanas lo que nos hace humanos.
A veces podemos pensar que las personas son felices porque se ven felices, pero no significa que lo sean. La ausencia de relaciones interpersonales auténticas siempre dejará un vacío. Básicamente, explica que las personas, necesitamos de otras personas para ser personas.
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